En un mundo donde el éxito se mide en cantidades de dinero y posesiones, y donde “capitalismo” es una palabra que posee connotación negativa, surge un nuevo paradigma que encara a la economía desde otra postura; esta nueva “filosofía” redefine los parámetros de medición del éxito, teniendo en cuenta el bienestar de las personas, de las sociedades y la naturaleza.
Se trata de las Empresas B o B Corps, que se caracterizan por tener como objetivo el impacto tanto en el plano económico, como en el social y ambiental.
Las empresas de “triple impacto” tienen su origen en Estados Unidos. Surgieron ya hace mas de una década impulsadas por la ONG B-Lab, una compañía cofundada en 2006 por Jay Coen Gilbert, desde la que se trata de crear las condiciones necesarias para que prosperen las empresas que tienen vocación sostenible; B-Lab es la encargada de certificar a las empresas como de tipo “B”.
Actualmente en Argentina, existen ,as 64 “B Corps”, y este numero no solo engloba a los pequeños emprendimientos que participan de practicas sustentables sino también a grandes empresas como Danone o Natura.i
Esta nueva “genética” económica permite que los valores y la ética, inspiren soluciones colectivas sin olvidar, al mismo tiempo, necesidades particulares encontrando trascendencia, sentido y propósito. ¿Qué sentido tiene una economía que crece financieramente y que por su misma naturaleza genera inequidad creciente, acaba el agua y otros recursos de la Tierra, profundiza el individualismo y la exclusión de miles de personas?.
Esta nueva corriente apunta a una economía que pueda crear valor integral para el Mundo y la Tierra, promoviendo formas de organización económica que puedan ser medidas desde el bienestar de las personas, las sociedades y la Tierra, de forma simultánea y con consideraciones de corto y largo plazo.
Probablemente la interrogante sea, ¿Cual es el beneficio que se obtiene al ser una Benefitial Corporation? Ser Empresa B, significa el compromiso de demostrar que las empresas pueden ser agentes de cambio y contribuir a la solución de las grandes problemáticas sociales y ambientales. Las Empresas B tienen la convicción de ser las mejores para el mundo y por eso protegen su misión y cumplen un estándar para poder certificarse.
Ser Empresa B significa demostrar que es posible perseguir el triple impacto (económico, social y ambiental) de manera simultánea, con un compromiso de mejora permanente, legal y a largo plazo.
Por el momento en Argentina, son las mismas empresas que adoptan esta filosofía las que se otorgan e intercambian beneficios y oportunidades, como es el caso de Mercado Libre, que ofrece difusión, capacitación e inclusive descuentos en el uso de su plataforma de ventas para las empresas que se certifiquen como de tipo B.
En el año 2018, se presento un proyecto de ley que obtuvo media sanción para la creación de un régimen de beneficios para estas empresas, conocido como la “LeyBic”.
Es importante mencionar que esta ley no crea un nuevo tipo societario, sino un régimen especial aplicable a cualquier tipo de sociedad -existente o que se constituya en el futuro- que opte por acogerse a este; de esta manera se posibilitará que, por ejemplo, una Sociedad Anónima (S.A.). o una Sociedad Anónima Simplificada (S.A.S) o cualquiera de los otros tipos legales previstos en la Ley General de Sociedades N° 19.550 pase a ser una S.A. “B.I.C.” /S.A.S B.I.C. Por lo que la Ley General de Sociedades N° 19.550 no se modificara ni se creara un tipo legal nuevo.
Los beneficios, que podrán obtener estas empresas, surgirán del mercado y/o de políticas que el Estado pueda implementar a través de programas de compras públicas preferenciales, facilidades de acceso al crédito o a fondos, etc.
La idea central es que no se otorguen beneficios que permitan a los empresarios obtener una ventaja personal; y esto es así porque lo que se pretende es evitar una “deformación” de la “figura” como sucede con las fundaciones y ONGs, que por otorgar ventajas fiscales son utilizadas frecuentemente como mecanismos de evasión impositiva, y hasta a veces como pantallas para maniobras que encubren casos de corrupción.
La Empresa B nace y tiene como objeto el impacto social, ambiental y económico, amen de las ventajas que pueda o no otorgarle el Estado. Dentro de esta corriente cada acción y cada decisión que toma la corporación, debe ser evaluada a los fines de medir la forma en la que afecte tanto a los socios, como a los empleados, las comunidades con las que se vinculen y el ambiente, ya sea de forma local como global.
Una B Corporation se diferencia del resto de organizaciones por ser modelos innovadores que persiguen tres pilares:
Propósito: Crear impacto positivo en el ámbito social y el ambiental.
Responsabilidad: Tener en cuenta como fin primordial los intereses de los trabajadores, la comunidad y el medio ambiente.
Transparencia: Publicar informe anual sobre el impacto social y ambiental certificado por un organismo externo e independiente que le de veracidad a tus datos.
Quizás se pueda confundir este modelo de Empresas B, con la implementación de practicas de Responsabilidad Social Empresaria, que si bien poseen puntos y miras en común, distan en que la RSE se encuentra al margen de la empresa, mientras que para las Benefit Corporations estos objetivos son su eje central.
Fuentes:
https://propuestas.facundogarreton.com/topic/5c0583eb7123205fb127e26f https://www.facundogarreton.com/propuestas/Proyecto-Ley-BIC.pdf https://www.ecointeligencia.com/2014/09/empresas-b/https://sistemab.org/movimiento-global/
i El proceso de certificación comienza con la herramienta de evaluación generada por B-lab. El cuestionario incluye secciones relacionadas con gobernanza, trabajadores, ambiente, comunidad y clientes. Según las respuestas, arroja un puntaje. Si se supera los 80 puntos (el máximo es 200), se puede comenzar el proceso de certificación.